La semana pasada, que se aventuraba como decisiva por las medidas que se estimaba que iban a tomar los Bancos Centrales, al final ha dejado cierta inacción en el mercado, ya que el pesimismo por el frente pandémico está copando todos los titulares.
En resumen, la reunión del BCE nos dejó con la confirmación de la finalización del PEPP a finales de marzo del próximo año, con reinversión del principal que se vaya amortizando hasta finales de 2024 y guardándose toda la flexibilidad para poder actuar en caso de fragmentación del mercado. Además, durante el primer trimestre del año 2022 el ritmo de compras bajo este programa se reducirá respecto al ritmo de los últimos meses. De cara a poder mitigar el impacto de la finalización de las compras vía PEPP se incrementará el volumen del APP desde los 20mm a 40 mm mensuales, durante el segundo trimestre de 2022, a 30mm mensuales durante el tercer trimestre de 2022 y vuelta a los 20mm mensuales en último trimestre de 2022. Los analistas estiman que quizá ha sido aquí donde el BCE se ha podido quedar corto frente a las expectativas del mercado.
Por otro lado, el BCE está evaluando la posibilidad de incrementar el tiering para los bancos de forma que puedan mitigar el impacto de los tipos negativos, tras la finalización de las condiciones favorables del TLTRO en junio de 2022. La reacción del mercado para esta postura más hawkish de lo esperado ha sido relativamente contenida y nos ha dejado la ampliación de la parte larga de las curvas soberanas, especialmente de la periferia. A lo largo del año 2022 y tras la finalización del PEPP, veremos si el mercado testea el soporte del BCE a las curvas periféricas.
La semana pasada también tuvimos la reunión de la FED, donde tras haber mantenido el argumento de la transitoriedad durante muchos meses, en tan solo unas semanas la inflación es la mayor preocupación de la entidad y lo que le está obligando a acelerar la retirada del programa de compras de activos. Se reducirá el importe de las compras por 30 mm mensuales de forma que estas acaben también a mediados de marzo del próximo año. Es difícil entender bien la reacción del mercado tras la comparecencia de su presidente Jerome Powell, nos dejaba la bolsa al alza y aplanamiento de la curva de UST. Este aplanamiento era la consecuencia de una FED que no va a ser capaz de subir tipos antes de la llegada de un ciclo recesivo, o como consecuencia de las nuevas restricciones tras la aparición de Ómicron.
En China el gobierno continúa en su labor de reactivación de la economía y en esta línea el Banco Central anunciaba la primera bajada de su tipo de referencia para los préstamos a un año, por primera vez en los últimos veinte años. El Banco de Japón decidió mantener su política monetaria ultraflexible con los tipos de interés en -0,1%, debido a que los signos de recuperación económica en el último trimestre son todavía incipientes y la inflación sigue siendo moderada.