Tras los datos de inflación del jueves en Estados Unidos, que fueron mejores de lo esperado, la jornada del viernes transcurría con la depreciación del USD ante sus principales cruces. En resumen, una caída al 7.7% anual frente a una estimación del 7.9% y caída de la inflación core, excluyendo alimentos y energía, al 6.3%, frente a la estimación del 6.6%. Este es el primer dato positivo desde el mes de enero y probablemente todavía prematuro para suponer un cambio por parte de la FED.
Así, el cruce EUR/USD subía hasta niveles de 1,0367 durante la jornada del pasado viernes, motivado por diferentes factores. Por un lado, la previsión de la reducción de la agresividad de la Reserva Federal en el ritmo de subida de tipos, el cierre de posiciones cortas contra el Euro, un nuevo apetito por el riesgo que teñía de verde las bolsas y el rumor de la posibilidad de finalización del conflicto bélico en Ucrania antes de lo esperado.
La FED va a necesitar la confirmación de la tendencia a la baja durante los próximos meses para frenar las posibles subidas de tipos de interés. Aun así, tras conocerse este dato, la probabilidad de un escenario de subida de 50 pbs en la reunión de diciembre, 25bps en febrero y parada a partir de entonces, es mayor. La reacción del mercado quizá fue excesivamente positiva ante la perspectiva de que se ha tocado el pico de inflación y por tanto podríamos estar en la última fase de la política monetaria restrictiva.