Se trata de la cita económica más importante tras la vuelta de vacaciones, ya que la reunión anual de bancos centrales de Jackson Hole, que se celebraba del pasado 26 al 28 de agosto en Wyoming, pasó desapercibida y sin ningún impacto relevante.
La reunión viene marcada principalmente por una mezcla de sentimientos entre la medición correcta de los tiempos que está haciendo su presidente, Jerome Powell, su final de mandato ante su inminente jubilación el año que viene y la presión del mercado por comenzar un ‘tapering’ más exigente. En este nuevo encuentro se espera que se sienten las bases para una reducción gradual de los estímulos, aunque el anuncio real no se espera probablemente hasta los meses de noviembre o diciembre.
A pesar de algunos datos contradictorios que han aflorado en las últimas semanas, como son los datos de empleo, el impacto de la quinta ola de la pandemia, etc., probablemente en esta ocasión la FED decida hacer mención a la reducción del programa de compras sin ser explícito ni en el importe ni en el tiempo, aunque vemos claramente que, de momento, y según las últimas actas publicadas, los reverse-repo son casi un tercio de las recompras que se están realizando. La inflación ha seguido progresando hacia la consecución del objetivo del 2% de media y el empleo también evoluciona favorablemente, por lo que parece que puede ser el momento adecuado para dar muestras de su predisposición a iniciar el ‘tapering’ si la evolución durante los próximos meses sigue siendo favorable. A pesar de la habilidad de Jerome Powell para consensuar opiniones, poco a poco han ido surgiendo varias voces que han hecho mayor hincapié en una salida más pronunciada de la situación actual. Aun así, como ya mencionábamos, seguramente la FED sea muy cuidadosa en el mensaje y todos los detalles quedarán relegados muy posiblemente a la reunión de noviembre.
Los rendimientos de los bonos a 10 años tocaron un máximo de dos meses y la curva se aplana antes de la reunión.
Hoy martes también habrá que estar pendientes de las declaraciones de los pesos pesados del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, Luis de Guindos y Andrea Enria, presidenta, vicepresidente y supervisora del BCE, que pueden darnos detalles sobre el próximo ‘tapering’ europeo.