Al otro lado del Atlántico, la economía estadounidense comienza a mostrar los primeros síntomas de agotamiento, ya que se está viendo afectada directamente por la guerra comercial, las tensiones geopolíticas y la reducción del crecimiento global.
Por otro lado, Donald Trump aún no ha tomado una decisión sobre la reversión de los aranceles que China ha exigido, añadiendo que los mensajes lanzados por el gobierno chino sobre el progreso para llegar a un acuerdo han sido incorrectos, especialmente el nivel de eliminación de aranceles. En este sentido se prevé que ambos países lleguen a un acuerdo arancelario previo al alcanzado en la fase 1. Una vez se alcance dicho compromiso, este afectará a la cotización de la divisa, dado que ésta ha sido demandada recientemente como activo refugio ante la incertidumbre comercial.
El dólar se apreció fuertemente a lo largo de la semana por las dificultades encontradas para la firma de la primera fase del acuerdo, lo que, unido al buen informe del ISM no manufacturero, dio el apoyo necesario para romper la barrera del 1.1100. El par rompió el primer soporte el cual se encontraba en niveles de 1.1070, y actualmente se sitúa ligeramente por encima de 1.1025.