Comenzamos la semana con buen tono en los mercados, que por un lado se han tomado bien la marcha atrás en Reino Unido sobre las medidas del nuevo plan fiscal presentado hace unas semanas, y por otro, parece que los resultados de los principales bancos, sin ser deslumbrantes, están saliendo por encima de las previsiones en Estados Unidos, ya que ayer se presentaron sólidos resultados del Bank of América.

En Reino Unido, el nuevo ministro de Hacienda Jeremy Hunt afirmó que van a deshacer prácticamente por completo el plan de rebajas fiscales. Por su parte, el Banco de Inglaterra reanudará su ‘quantitative tightening’ con la venta de bonos el próximo lunes 24 de octubre y subirá los tipos de interés en la próxima reunión de noviembre, según palabras de su gobernador Andrew Bailey.

Estos factores provocaron un fuerte estrechamiento en las curvas de deuda soberana, especialmente en la parte larga, avivando el apetito de riesgo de los inversores y compensando parte de las ventas provocadas por el repunte en las expectativas de inflación publicadas el viernes. Los benchmark a 10yr estrecharon una media de 8-10 pbs, con el alemán en el 2,28%, el español en el 3,45% y el italiano en el 4,68%. Ayer se realizó el primer test de demanda real en Gilts, tras dos semanas y media de compras diarias del BoE. Se mantiene un alto grado de incertidumbre con argumentos que sustentan ambas direcciones, generando la actual volatilidad.