Septiembre llega a su fin, y con él, el incremento de las políticas expansivas de los principales bancos centrales del mundo, entre las que podemos destacar la reducción de tipos de interés de la Reserva Federal, fijándose el rango 1,75%-2,00%; y la batería de estímulos lanzados por el Banco Central Europeo con una reducción de la facilidad de depósito, revisión TLTRO III y un nuevo programa de QE.
A los movimientos de los bancos centrales se ha unido una reducción de las tensiones comerciales, un incremento de los riesgos geopolíticos, la desaceleración económica alemana y la reducida posibilidad de alcanzar un acuerdo para el Brexit en octubre.
El acumulado de todos estos elementos ha corroborado el incremento de la tendencia bajista en el par EUR/USD, pues el EUR cayó y perdió -0.45% desde el inicio de mes. En el momento de apertura en Europa en unos niveles aproximados a 1,1040, en una semana de transición en la disputa comercial y, dond, los datos macroeconómicos se espera que sean los conductores de la dirección del EUR/USD.
El FOMC y el BCE señalaron que persisten las incertidumbres sobre la economía mundial y los diferentes factores que continuarán deteriorando la misma. Se espera que el BCE no aplique más medidas en los próximos meses, aunque se prevé que la Reserva Federal reduzca una vez más los tipos de interés en los próximos meses.
En Europa, y concretamente en Alemania, continúan incrementándose las tensiones en relación a la producción manufacturera ya que dos de los principales índices asociados a la industria han continuado reduciéndose a lo largo del año. La principal economía de la zona euro, probablemente entre en recesión en el tercer trimestre como señalan los principales indicadores económicos. Por ello, Mario Draghi, el presidente saliente del Banco Central Europeo, ha pedido a los gobiernos de la zona euro que inviertan y promuevan un presupuesto europeo común, aunque ciertos gobiernos aún no se han pronunciado oficialmente, y parece difícil que se aprueben medidas oficiales en el corto plazo.
Al otro lado del Atlántico, el PMI no manufacturero y los Payroll´s serán los principales indicadores acerca de la evolución de la economía norteamericana de cara al cierre del tercer trimestre, y la posible evolución del par en el corto plazo, donde una caída de ambos indicadores podría provocar una devaluación del dólar.