El jueves se esperan las primeras cifras no definitivas de la inflación de mayo en la Zona Euro. Como en abril no fueron malas, se espera que este mes nos devuelvan señales de alivio, sobre todo debido a la desinflación en el sector energético. Se espera que la caída de la inflación general pase del 7% al 6,2% y la subyacente desde el 5,6% en abril hasta el 5,4% en mayo, por el menor empuje de los bienes básicos. Hay previsiones que dicha subyacente permanezca estancada en el futuro y se mantenga por encima del 5% hasta agosto, debido al sector servicios.
A pesar de los datos, se espera que el BCE se sienta presionado para aumentar más los tipos, con lo que no sería extraño que se vieran dos alzas de 25 pbs para junio y julio, con un tipo objetivo del 3,75%. Antes de saber la inflación de la Eurozona conoceremos la de España, Francia, Alemania e Italia. Se espera que la inflación general disminuya en los cuatro países gracias a los menores precios de la energía este mes y a una caída modesta de la subyacente en todos ellos menos en Francia, donde se espera constante.
Al otro lado del Atlántico, el IPC en Estados Unidos da signos claros de persistencia de la inflación y la dificultad de la FED para alcanzar el objetivo de inflación del 2% de forma rápida, con una subida del 4.4% anual y subida de la subyacente (excluyendo alimentos y energía) del 4.7%. A pesar del mensaje transmitido por Powell la semana pasada, estos datos vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de una nueva subida de tipos en la reunión del próximo 14 de junio. Así lo han reflejado varios miembros de la FED y así lo estima el mercado que da una probabilidad de subida del 70% (vs 18% el viernes pasado).