Comenzamos la segunda semana del año y los mercados siguen tomándose el inicio del nuevo año con cautela. Entre los temas que más preocupan están los nuevos casos de coronavirus, ya que la que podríamos llamar tercera ola de la pandemia no cesa, y la inseguridad política en Estados Unidos.
La semana pasada la atención de la jornada en el mercado de divisas se centraba mayoritariamente en EE.UU. Por un lado, se confirmaba la victoria del partido demócrata en la carrera para los dos últimos asientos del Senado, pertenecientes al estado de Georgia, igualando en número por lo tanto a los del partido Republicano. Por otro lado, y también desde EE.UU., recibíamos las imagines del asalto al Capitolio por parte de seguidores del Partido Republicano, dejando imágenes difícilmente olvidables en la mayor economía mundial. Dejando atrás este hecho insólito, por el cual los asaltantes ya han sido detenidos y la fiscalía de EE.UU. podría estar considerando que fue premeditado y preparado durante semanas, parece que las noticias son más tranquilizadoras una vez que Joe Biden ha sido confirmado como vencedor de las elecciones y Donald Trump ha condenado la violencia, este pretende facilitar la transición de poderes y ha “aceptado” la derrota. La red social Twitter ha bloqueado la cuenta de Donald Trump de forma permanente por los mensajes de alteración que pudiera ocasionar en la sociedad americana.
En relación a la deuda pública al otro lado del Atlántico, parece que los últimos eventos políticos han allanado de manera sorpresiva el terreno para la toma de medidas fiscales de gran magnitud. Por lo que parece este próximo jueves el presidente podría ir precisando los detalles finales del tan ansiado paquete fiscal, la verdad que los malos datos de empleo que se conocían la semana pasada, con la destrucción de 150 mil puestos de trabajo, en contra de la creación de cincuenta mil, podrían ser un gran incentivo para acelerar el proceso. Además, se especula que podrían destinarse en los próximos trimestres en torno a otros $2trn en ayudas adicionales para paliar la crisis económica ocasionada por la Covid-19 y para un plan de infraestructuras. La reacción de la curva americana no se ha hecho esperar, con un incremento de la pendiente y el “10 yrs UST” alcanzando el 1.11%. De momento y a pesar del fuerte programa fiscal que pueda desplegarse, parece que se descarta un escenario de un repunte significativo y rápido de la deuda americana, dado el soporte que va a seguir dando la FED a través de su programa de compras.
Como hemos comentado, los datos de empleo en EE.UU. que se conocían el pasado viernes decepcionaban al mercado con una reducción de las nóminas no agrícolas de -140 mil, cuando el mercado esperaba un aumento de 71 mil. Esta situación provocaba un movimiento del par EUR/USD, si bien el USD recuperaba rápidamente terreno durante la tarde hasta niveles de 1,2200, nivel que rompía durante la sesión asiática.
A la espera del paquete de ayudas fiscales en EE.UU., del que conoceremos más datos el próximo jueves, el ruido que seguimos recibiendo sobre un posible impeachment en los últimos días de la Presidencia de Donald Trump y la tercera ola de contagios por Covid-19, el aumento de rentabilidad del bono americano a 10 años hasta niveles por encima del 1.10%, ha devuelto al USD la fortaleza perdida en los primeros días de enero. Esta semana estaremos muy atentos a las palabras de Jerome Powell, presidente de la FED, una vez que el mercado empieza a especular con la posible toma de nuevas medidas con la intención de devolver la curva de interés de los bonos americanos a niveles por debajo del 1%.