Comenzamos otra semana más con la tónica habitual de las anteriores debido a la expansión del Covid-19, no es otro hecho que la alta volatilidad en la que se encuentran inmersos los mercados. Parece que los inversores siguen a la defensiva mientras intentan evaluar la profundidad y la duración del golpe al que se enfrenta la economía mundial.
Viendo la evolución del virus nos estamos adentrando en una recesión más profunda de lo que inicialmente se esperaba, algunos analistas indican que podría tener forma de “L” en lugar de, como antes anticipaban, forma de “U”.
Entramos en una nueva semana donde muchos esperan que, en Italia, y posiblemente en España, para finales de la misma, se produzca el ansiado “pico” en el número de contagiados diarios. Una semana después, debería venir el máximo en número de defunciones diarias, esa es la esperanza a la que nos enfrentamos. La realidad es que, en ambos países, las cifras han seguido al alza durante el fin de semana y muestran un recorrido más grave que el experimentado en Wuhan, lo cual es extrapolado por algunos analistas a lo que pueda llegar a suceder en otros países europeos y en EE.UU. Aunque en todos los lugares se van endureciendo las restricciones a los ciudadanos, es poco probable que la drástica toma de medidas vista en Wuhan (China) se vea en algún país occidental.