En Estados Unidos los inversores comienzan la semana preocupados por una posible precipitación de la inflación, motivada por el mayor estímulo fiscal para impulsar la recuperación económica del país. Mientras tanto, surgen novedades sobre la guerra comercial entre los dos gigantes, ya que China solicitaba al gobierno del nuevo presidente Joe Biden cooperación entre ambos países para estimular y recuperar las relaciones bilaterales, dañadas durante el mandato de Donald Trump.
La atención de la semana en EE.UU. se dirige en torno al encuentro semestral sobre política monetaria que inicia hoy el presidente de la FED, Jerome Powell, ante el Comité Bancario del Senado, en el que se espera que se reafirme la estrategia “dovish” mantenida hasta el momento. Además, también se espera algún avance en torno al proyecto de estímulo fiscal de 1.9 billones de dólares, así como la presentación de un paquete de recuperación en marzo para la inversión en infraestructuras dotado de varios billones de dólares. Otras publicaciones importantes de la semana al otro lado del Atlántico serán la publicación de la confianza del consumidor de febrero hoy martes, las ventas de viviendas nuevas mañana miércoles y los pedidos de bienes duraderos y el informe de ingresos y gastos de enero, el próximo jueves.
En relación a la deuda pública del país, los datos macro que se conocieron a finales de la semana pasada dieron cierto tono mixto al sentimiento reinante durante toda la semana anterior en Estados Unidos. Las ventas al por menor tuvieron un crecimiento significativo durante el mes de enero, 5.3% frente a una estimación del 1.1% esperado, lo que indica el fuerte rebote del consumo y lo que está por llegar con los nuevos estímulos que quieren desplegar. Sin embargo, las peticiones semanales por desempleo vuelven a ser peores de lo esperado, 861.000 solicitudes frente a 773,000 que se esperaban, generando este dato ciertos miedos sobre la recuperación del empleo.
Da cierta sensación que a lo largo de los últimos meses el mercado siempre ha reaccionado de forma positiva a los datos negativos que se iban publicando, ya que siempre parecían resolverse con nuevos estímulos. Sin embargo, esta vez la reacción es diferente, ya que un exceso de estímulos puede dar lugar a un recalentamiento de la economía, inflación y a una intervención de la FED antes de lo previsto. El foco del mercado de crédito, al igual que la mayoría de los segmentos de inversión, está en la evolución de la curva americana y su impacto especialmente en las duraciones largas. La continuación de un movimiento de ampliación más acelerado durante las próximas semanas podría ser un catalizador de volatilidad. Sin embargo y si se produjera, muy probablemente podríamos ver de nuevo comparecencias de miembros de la FED para atemperar la situación.