En el mercado de divisas, durante la jornada del pasado viernes la cotización del par EUR/USD se movió en un rango de 1,0445-1,0560, para acabar cerrando la sesión en horario europeo en niveles de 1,0499. El tipo de interés del bono americano a 10 años subió hasta 3,23%. El euro se apreció considerablemente respecto al yen japonés hasta 141,70, recuperando el nivel de 141 perdido recientemente. La divisa comunitaria también se apreció respecto a la libra esterlina hasta niveles de 0,8585, mientras que se depreció respecto al franco suizo hasta 1,0183.
En Estados Unidos, varios miembros de la Reserva Federal comentaron su intención de apoyar otra subida de los tipos de interés de 75 pb en la próxima reunión de julio, tras la subida de la semana pasada. Las nuevas estimaciones de tipos de los miembros de la FED (dot-plot) reflejan un tipo del 3.4% para finales de año y del 3.75% para el próximo 2023. El cambio respecto a las estimaciones del mes de marzo es muy significativo ya que supone entrar en el territorio de tipos reales positivos, a lo que hay que añadir el efecto de la reducción de balance (QT) que muchos estiman en equivalente a una subida de 50 pbs.
El presidente de la FED, Jerome Powell, reafirmaba el viernes el compromiso de la institución con la estabilidad de precios, destacando el papel internacional del dólar como depósito de valor. La secretaria del Tesoro de los Estados Unidos Janet Yellen afirmaba que los precios se mantendrán en niveles inaceptablemente altos durante todo el año 2022 y, por tanto, la economía podría desacelerarse.
En Asia, el Banco de Japón decidió mantener los tipos de interés en el -0,1%, continuando con su política monetaria acomodaticia a diferencia de la gran mayoría del resto de bancos centrales.