Semana de pocos movimientos en los diferentes mercados tras los festivos de Semana Santa, donde los datos a tener en cuenta hoy son las perspectivas macroeconómicas del Fondo Monetario Internacional, las cuales han sido rebajadas una décima hasta el 2.8% en 2023, dejándolo en 0.3% para los próximos años. El FMI se apoya en las continuas subidas de tipos para explicar el enfriamiento de la actividad económica. El FMI todavía tiene una visión pesimista y en su perspectiva sobre la Economía Mundial eleva su pronóstico de crecimiento para la Eurozona del 0,75 al 0,8% en 2023 y del 1,6% al 1,4% en el próximo 2024. Según la entidad, los riesgos de crecimiento están fuertemente sesgados a la baja y los riegos de un “aterrizaje forzoso” han aumentado considerablemente, sobre todo tras el último episodio de tensión financiera.
Sobre la inflación en la Zona Euro, el FMI reduce sus previsiones del 5,7% y 3,3%, para 2023 y 2024, al 5,3% y 2,9%. Estos datos nos dejan claro que los efectos acumulativos de la política monetaria, cada vez más restrictiva, van a pesar sobre el crecimiento y por parte de la inflación, a medida que se afiancen los precios de la energía, nos podría dar un respiro.
El foco esta semana estará puesto por parte del mercado en el informe sobre la inflación que se publica hoy miércoles. Este nos dejará pistas sobre la evolución a corto plazo de los tipos de interés, así como influirá en la decisión por parte de la FED para su próxima reunión de principios de mayo, ya que el mercado descuenta una nueva subida de 25 puntos básicos. En Europa, siguen los comentarios de miembros del BCE los cuales mantienen la postura respecto a continuar con las subidas de tipos. Klaas Knot, presidente del Banco Central de Holanda, decía en una entrevista que todavía no se ha terminado con las subidas de tipos y que la duda ahora es si para la próxima reunión de mayo lo correcto era subir 25 pbs o volver de nuevo a los 50 pbs.