Esta semana tenemos ponencias de muchos miembros del Banco Central Europeo y de todas las posturas que hay en el Consejo de la entidad. La presidenta Christine Lagarde participará en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional en Washington y Philip R. Lane en la conferencia del BCE sobre política monetaria. A partir del jueves, tendremos los datos de inflación en Alemania, Francia y España y hay que vigilar de cerca los datos de los componentes básicos individuales, ya que se espera que la inflación medida por el IAPC, excluyendo la energía y los alimentos, estará impulsada por un importante componente de demanda.

Las ventas minoristas de Alemania en el mes de agosto presentaron un crecimiento interanual del -4,3% empeorando respecto al dato del mes anterior (-2,6%), debido a los continuos rumores de una recesión económica en la Eurozona, que frena los hábitos de los consumidores. A pesar de esto, el dato actual fue mejor que el dato estimado por los analistas de mercado (-5,1%). Las expectativas de inflación todavía son elevadas y se está convirtiendo más en un fenómeno impulsado por la demanda que por la oferta.

El BCE seguirá aumentando los tipos a un ritmo acelerado, aunque puede tomarse en tono positivo la encuesta de expectativas del consumidor, que muestra una expectativa sin cambios en el horizonte temporal de los 12 meses y 3 años. Las expectativas de inflación siguen siendo altas y los informes del BCE le imputan a la subida de los precios los factores de la demanda, que ha aumentado gradualmente en el tiempo. Esto implica que la opinión de los ‘halcones’ es la que impera en el BCE y que la entidad debería llevar la política a un territorio restrictivo para frenar dicha demanda.