Comenzamos la semana condicionados por el festivo en Wall Street por el día del trabajo y con la vista puesta en el próximo jueves, día que tendrá lugar la reunión de Banco Central Europeo. Esta reunión será una de las que más expectativas ha generado en los últimos tiempos ya que se espera que se anuncien los primeros repliegues de los estímulos monetarios vigentes, hecho provocado por la mejora en las condiciones de financiación y la previsión de crecimiento e inflación.
En primer lugar, el BCE anunciará la reducción paulatina del programa temporal de compra de activos de valores del sector público y privado (Pandemic Emergency Purchase Programme), durante el cuarto trimestre del año. Se estima que el importe para el último trimestre del año sea de sesenta mil millones, tras unas compras de ochenta y cinco mil millones de euros desde abril a junio y de alrededor de setenta mil millones de euros en julio. Sin embargo, el BCE, seguirá haciendo hincapié en la flexibilidad del PEPP y su capacidad para incrementar las compras si fuese necesario.
Otro de los anuncios que se esperan es la fecha de finalización total de estos estímulos económicos, apuntando al mes de marzo del año que viene, aunque no se espera que se tome una decisión respecto al tema antes del mes de diciembre. De todas formas, el mensaje que subyace es que la acomodación prolongada está para quedarse, con las compras netas de activos que seguirán hasta principios del año 2024.
Finalmente, uno de los temas a tratar en la agenda europea será la implementación del Fondo de Recuperación y Resiliencia para los planes de Irlanda y República Checa. La mayor parte de los planes se han adoptado y ya se están desembolsando los primeros tramos.
Una de las últimas cuestiones que se verán serán las estimaciones de crecimiento de la Zona Euro, a pesar del impacto de la quinta ola de la pandemia, ya que el PMI Compuesto del mes de agosto fue de 59 puntos, ligeramente inferior a la estimación de 59,5 puntos, y al PMI del mes de julio, que fue de 60,2 puntos. A pesar de la expansión de la variante delta de la Covid-19, se sigue reflejando una gran expansión de la actividad económica en Europa.