Si hablamos de renta variable, proseguía la toma de beneficios con la “excusa” del agravamiento del virus neumónico chino, ante la ausencia de indicadores macroeconómicos relevantes. La realidad es que los contagios están aumentando y lo seguirán haciendo durante un tiempo, por lo que la capacidad de las autoridades chinas para contener la epidemia será crucial. De momento, se ha puesto en cuarentena a varias ciudades, entre ellas Wuhan, epicentro de este virus. No obstante, la OMS decidía no declarar la emergencia internacional por el momento.

Las restricciones a los movimientos de ciudadanos, así como el miedo generalizado que se extiende entre la población, siempre tienen un coste económico, con unas empresas más afectadas que otras, y también algunas beneficiadas. Los valores más cíclicos eran los más penalizados a nivel europeo, como materiales básicos y autos. Por el contrario, las “utilities” eran el único sector con ganancias del día subiendo más del 1% y beneficiándose de ser un activo más seguro y también adicionalmente, beneficiándose del movimiento a la baja en las últimas semanas de las rentabilidades de la deuda pública.

La comparecencia de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, la semana pasada en rueda de prensa no aportó grandes novedades. Aun así, se podría destacar, que ante la pregunta por la similitud de la situación actual con la del Riskbank que ponía fin a los tipos negativos, Lagarde despejaba la cuestión tirando balones fuera y argumentando que la situación es distinta.