El tira y afloja entre las expectativas de tasas terminales entre la FED y el BCE, las preocupaciones sobre la intensidad de la recesión que se avecina y el posicionamiento de los distintos participantes en los mercados financieros, siguen marcando el ritmo en las curvas de crédito, tipos y sus diferenciales. En la FED ya se empieza a ver fraccionamiento entre sus miembros, ya que unos apoyan una línea de endurecimiento más pausada, más en la línea de una tasa terminal del 4,75% – 5%, mientras que el otro bando espera una subida de 75 pbs en el próximo encuentro.
En el mercado de deuda subían las rentabilidades, profundizando la inversión de la curva, así el 2 años añadía 8 pbs, mientras que los de 10 años subían 6 pbs, hasta el 3,83%. Ayer se recuperaba un movimiento de búsqueda del activo refugio y esta semana también tendremos la publicación el miércoles de las actas de la última reunión de la Reserva Federal.
También fue relevante la semana pasada, la inversión de la curva americana (UST 2-10 años), que alcanzó niveles no vistos desde la década de los ochenta (71 pbs el viernes). El UST a 10 años alcanzaba el 3.69%, por debajo del tipo de la FED (3.75%), lo que en otros ciclos económicos ha sido una indicación de que el período de alzas de tipos llega a su fin y se entra en recesión. Sin embargo, la presión inflacionista sigue siendo elevada y el mercado de trabajo de momento no ha dado muestras de ralentización, obligando a la FED a continuar con la senda alcista, aunque sea a un ritmo inferior si se confirmase el buen dato de inflación de octubre.