Esta semana la atención económica internacional se dirige completamente hacia los datos de inflación que se publican el jueves y viernes a ambos lados del Atlántico, y que todo apunta a que serán peor de lo esperado. El viernes conoceremos el de la Eurozona, donde se espera un alza y las expectativas sitúan el dato para el noveno mes del año en el 9,7%, frente al 9,1% de agosto.
Las medidas de contención se están aplicando en los países miembros de forma desigual, dificultando la evaluación y la coordinación de las mismas y no se ve en el futuro un margen de mejora significativa para el cuarto trimestre del año. La aplicación de las medidas en la UE puede afectar al alza de precios, pero no cambiarán las reglas del juego e incluso podrían impulsar a la inflación en el medio plazo.
El dato preliminar del PMI compuesto del mes de septiembre en la Eurozona fue de 48,2 puntos, en línea con el dato estimado por los analistas, pero ligeramente inferior al dato del mes anterior (48,9 puntos). En Reino Unido, el PMI compuesto de septiembre fue de 48,4 puntos, por debajo de las expectativas del mercado (49 puntos) y el dato del periodo anterior (49,6 puntos). También en Reino Unido el ministro de finanzas anunciaba recortes fiscales a niveles históricos y un considerable aumento del endeudamiento (72.000 mm£ adicionales en los próximos seis meses).
En Italia, el domingo se celebraban elecciones a Presidente de la República, estas dieron la victoria a la derecha italiana dejando al partido Fratelli d’Italia y Giorgia Meloni como vencedores, camino de gobernar en una coalición de derechas.
