Una vez más comenzamos la semana con la misma sintonía de los últimos días, el temor a la inflación y la guerra en Ucrania se encuentran en la primera línea de riesgos financieros, siendo los principales factores de la volatilidad en los mercados. Iniciamos la semana con el mismo tono que acabó la anterior, en la que las reuniones de los distintos Bancos Centrales, datos macro y resultados empresariales, ya que la sombra de la recesión para 2023 se va acrecentando, dejaban en un segundo plano el conflicto en Ucrania y el nuevo brote de Covid-19 en China, que no obstante seguirán estando muy presentes.
El rendimiento de la deuda alemana a 10yr alcanzaba un nuevo máximo desde 2014 del 1,08% (+4pbs), mientras que la prima de riesgo italiana amplió la subida de la semana pasada, ya que los analistas aumentaron sus expectativas sobre futuras subidas de tipos tras los recientes comentarios de los funcionarios del BCE. En Europa, el ministro de Economía alemán advirtió de los peligros de entrar en una espiral de precios-salarios instando a las partes negociadoras de los convenios colectivos a aceptar pagos puntuales en lugar de subidas salariales equiparables al nivel de inflación actual, la más alta en 40 años.
Entre los responsables de política monetaria se palpa un nuevo sentido de urgencia para responder al problema de la alta inflación y se puede ver claramente en el último aluvión de comentarios. Holzmann declaró el sábado que el BCE debería subir los tipos de interés tres veces este año para combatir la inflación. Sin embargo, la presidenta Christine Lagarde reiteró que los ajustes de los tipos de interés del organismo tendrán lugar en algún momento, tras el fin de las compras netas y serán graduales. Los mercados monetarios siguen valorando en unos 95pbs las subidas de tipos del BCE para finales de este año y una probabilidad de casi el 25% de que se produzca una subida en junio.
En Asia, las actas de la última reunión del Banco de Japón revelaron que la institución mantendrá su política monetaria acomodaticia y los tipos de interés en niveles ultra bajos a pesar que la inflación podría subir por encima del 2% de forma puntual. El miembro del Banco de Inglaterra Michael Saunders sugirió que las expectativas de la inflación podrían despegar en caso que los bancos centrales no actúen con firmeza, y propuso subidas de tipos de 50pb hasta que los tipos de interés lleguen al nivel neutral.