La semana pasada, cerraba con los rendimientos de los bonos de la Zona Euro buscando una dirección, ya que se vieron poco afectados por las lecturas mixtas de la actividad empresarial de las mayores economías de la región. Mientras tanto, los inversores seguían asimilando la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo del jueves.
El primer anuncio del BCE era más que previsible, los tipos de interés se mantenían en los niveles actuales, pero la entidad abría la puerta a poder reducirlos. La conclusión que saca el mercado de esta decisión es que el BCE no quiere sobre calentamiento de la curva de tipos ante expectativas del mercado, como está sucediendo en Estados Unidos, y quiere dejar patente su posición. Sin duda, la presidenta Christine Lagarde habló claro cuando dijo que los tipos de interés se mantendrán en sus mínimos actuales de forma «duradera» e incluso podrían descender más.
Así mismo, como también era previsible, la entidad actualizaba el mandato de la inflación de la nueva estrategia, permitiéndose cierta flexibilidad por encima del 2%, para largos periodos en los que la inflación haya estado por debajo de ese nivel. El responsable de la política del BCE declaró que ve que la inflación de la Zona Euro alcanzará el objetivo del 2% en el punto medio del horizonte de previsión del BCE dentro de 12 a 18 meses. La presidenta del organismo ya indicó que el banco no subirá los tipos de interés hasta que vea que la inflación alcanza el objetivo en dicho punto medio.
Tras las declaraciones de la presidenta del organismo, entre las cuales además confirmó que continuará la compra de activos PEPP a un ritmo significativamente mayor en el próximo trimestre y se reafirmó en que aún es temprano para iniciar el “tapering”, ya que junto a la publicación de nuevos datos macro estadounidenses decepcionantes, volvió a contemplarse un escenario de volatilidad a lo largo de la sesión de la tarde. Para conocer los instrumentos específicos que se emplearán en el futuro, así como cada una de sus proyecciones macroeconómicas, tendremos que esperar al próximo mes de septiembre.
Tras la exposición posterior a la reunión, los datos de Francia mostraron que el crecimiento de la actividad empresarial se ralentizó más de lo previsto en julio debido a la escasez de materiales y a los retrasos en el transporte, mientras que en Alemania la actividad del sector manufacturero y de los servicios creció más de lo esperado. Las rentabilidades de la deuda soberana core a 10yr subieron alrededor de 1 punto básico, con el benchmark alemán en el -0,41%, cerca del mínimo desde febrero, tocado a principios de la semana pasada. La deuda periférica fue la excepción, con el referente italiano a 10yr que recortó 1 punto básico hasta el 0,64%. La brecha con sus homólogos alemanes se situó en 104 pbs por debajo del máximo alcanzado el jueves de 108 pbs. Por su parte, el bono español cayó 2 pbs hasta la zona del 0,26%, estrechando la prima de riesgo hasta niveles de los 68pbs.