Wall Street cerraba el vienes estable a pesar de que en abril se aceleraba el indicador de inflación a niveles máximos de 30 años. El deflactor de precios al consumo confirmaba el mayor repunte mensual desde 2008, un 0,6%, disparando la tasa interanual del 2,4% al 3,6% (vs 2,9% previsto) máximos de 1992.
El mercado de deuda americano se mantenía estable, confiando en que la Fed vaya a mantener su política acomodaticia. Mientras en Europa, el optimismo por los estímulos billonarios de las nuevas medidas de Biden se extendían por todo el territorio. El Ibex superaba los 9.200 puntos.
Los mercados de equities comienzan el mes cerca de máximos históricos, soportados por la enorme liquidez de los estímulos fiscales y monetarios ilimitados, y cierta prudencia ante las incipientes presiones de precios.
Cautela de los inversores en China por el índice PMI, que se situaba en mayo en los 51 enteros por el aumento en los costes (máximos de los últimos 10 años). Por su parte, el gobernador del banco central de Japón alertaba sobre la volatilidad de los criptoactivos.
En cuanto a las materias primas, destacamos la subida del petróleo ante la previsión de la OPEP+ sobre una drástica caída este año de las reservas si se decide mantener el nivel de producción en la reunión que celebra hoy. Mientras, el oro registra su mayor avance mensual desde julio.
Wall Street y R.U vuelven a operar, por lo que se espera una sesión más activa que ayer (festivo con motivo del Memorial Day). Esta semana la atención se dirige al informe de empleo de mayo que se publica el viernes. Además, mañana hablan varios miembros de la Fed.
Las principales bolsas europeas cerraban el mes con recogida de beneficios. El Dax alemán caía un 0,64%, con la atención sobre su mayor entidad, Deutsche Bank, que perdía un 0,5% tras la advertencia de la Fed por no tener controles adecuados contra operaciones de blanqueo de dinero. El Ibex cedía un 0,82% hasta 9.148,90 puntos lastrado por las eléctricas ante un posible corte del exceso de retribución.