La semana pasada se publicaba en Estados Unidos un continuo flujo de datos que confirman el fuerte repunte de la economía americana. Al crecimiento muy por encima de lo esperado de las ventas al por menor de marzo del 9.8%, cuando se estimaba el 5.8%, se le suman las peticiones semanales por desempleo, que se reducían considerablemente hasta las 576.000 solicitudes, alcanzando por primera vez niveles de marzo de 2020. La reacción de la curva americana a estos datos tan positivos ha sido desconcertante, con un estrechamiento significativo de la parte larga.
El par EUR/USD continúa su ascenso y actualmente se encuentra en niveles de 1,2050. La subida de los rendimientos de los bonos del tesoro a 10 años, en el 1,62%, no ha conseguido frenar la caída del Dólar. Ante la ausencia de grandes datos macroeconómicos, los mercados se centran en las noticias sobre el avance del coronavirus y el nuevo paquete de infraestructura de EE.UU. Al otro lado del Atlántico los casos de Covid-19 se están estabilizando, después de varios días de subidas, mostrando que la campaña de inmunización está dando resultados. Alrededor del 40% de los estadounidenses ya han recibido al menos una dosis de la vacuna.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió ayer con un grupo de legisladores tanto demócratas como republicanos, que han sido gobernadores o alcaldes, buscando apoyo para su propuesta de empleo e infraestructuras de más de dos billones de dólares. Joe Biden ha declarado que está dispuesto a transigir para lograr el consenso y pidió a los republicanos una contrapropuesta para mayo. Las declaraciones posteriores al encuentro han mostrado un estado de ánimo optimista pero ningún progreso sustancial.
Los programas de estímulo masivo estadounidenses se mantendrán hasta que la economía se recupere realmente y se vean los niveles previos a la pandemia. Aunque Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ha insinuado el camino hacia la relajación, tiene claro que no sucederá en el corto plazo. Sin embargo, aclaró que la reducción de los programas de compra llegará antes que una subida de tasas. La Reserva Federal ha estado comprando mensualmente ochenta mil millones de dólares en bonos del Tesoro y cuarenta mil millones de dólares en valores, respaldados por hipotecas para contrarrestar los efectos de la pandemia en el sistema financiero. Por tanto, las especulaciones que los analistas vienen haciendo varias semanas sobre que el aumento de la inflación estadounidense obligará a la FED a subir los tipos de interés antes de lo esperado se han enfriado, motivo por el que han caído los bonos del Tesoro.