La semana pasada, cuando se conocieron en profundidad los detalles de la fusión entre CaixaBank y Bankia, el Ibex 35 perdió un 0,2%, el selectivo español retrocedió el viernes un 2,21% poniendo en riesgo tanto los 7.000 puntos como los 6.900 y volviéndose a comportar como el peor índice de las bolsas europeas.
El pasado viernes nos dejó una sesión que presagiaba desgracias, marcada por la “cuádruple hora bruja”, (día en el que coincide la fecha de vencimiento de los futuros sobre índices, opciones sobre índices, futuros sobre acciones y opciones sobre acciones y se produce una vez al trimestre), además de la caída del sector bancario, y el rebrote de casos de coronavirus a nivel europeo, que volvió a atacar al sector turístico. Las caídas en las bolsas europeas fueron inferiores en el vencimiento trimestral de futuros y opciones; el Dax alemán ha caído un 0,70%, el Cac francés un 1,22%, el Mib italiano un 1,09% y el Ftse británico un 0,71%.
En el plano corporativo, los sectores turístico y bancario fueron los más afectados de la jornada. En el lado negativo destaca IAG, que se dejó un 13,57%, seguido por Banco Sabadell con una caída del 6,94%, Bankia (-4,86%), BBVA (-4,13%) y Santander (3,98%). Además, otros valores vinculados con el sector turístico como Meliá (-3,36%) y Aena (-3,17%) también han cerrado con fuertes descensos. En el lado positivo, los valores defensivos por excelencia cerraron al alza con ArcelorMittal (1,32%), Acerinox (0,28%) y Grifols (0,08%).
En Wall Street la jornada del viernes pasado no fue muy diferente de la vivida en la bolsa europea, donde se produjeron caídas en sus principales índices ante la falta de nuevas medidas fiscales por parte de los legisladores. Ante esta situación, el Dow Jones perdió un 0,88%, el S&P se dejó un 1,12%, mientras que el Nasdaq Composite destacó por encima del resto con pérdidas del 1,07%.