Los países del Eurogrupo eligieron la semana pasada como presidente al ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, quien accede al cargo con una imagen de gestor capaz de limar las diferencias que mantienen los países del norte y el sur en materia económica. Se habla de que esta elección permitirá acercar posiciones entre los denominados “cuatro frugales”, grupo formado por Austria, Dinamarca, Holanda y Suecia, y los países del sur, además de poder incrementar las posibilidades de cerrar el acuerdo para el plan de recuperación de 750.000 millones de euros.
El Grupo de «los pequeños» denominado por algunos lograron transmitir que Nadia Calviño era una figura divisiva, con opiniones demasiado firmes y una agenda demasiado radical para la transformación de la Eurozona y las reformas que todavía siguen pendientes. Se espera que los planes de reconstrucción no se trunquen y se mantenga la calma que estamos viendo en los mercados
en las últimas sesiones.
Este jueves asistiremos a la última reunión del verano del BCE donde parece que no habrá novedades reseñables y se espera que sea un mero trámite con la salvedad de que la entidad podría anunciar la compra de más deuda supranacional para su plan de compra de activos. La semana terminará con la reunión de los líderes europeos, donde está previsto que se negocien los detalles del fondo de rescate anticrisis de la Unión Europea. La propuesta para el fondo anticrisis mantiene el tamaño de 750 millones de euros y la proporción de transferencias y préstamos (500 millones y 250 millones de euros, respectivamente), aunque se espera que sea con muchos matices y estableciendo un mayor control de las ayudas con respecto a las previamente establecidas. La complejidad de las negociaciones es elevada, aunque el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, intentará buscar los acuerdos en el equilibro de las proporciones entre subvenciones y préstamos.