El EUR/USD se enfrenta a la barrera de 1.1200/1.1180 tras acercarse a niveles de 1.1160 durante el cierre de la semana pasada. Una reducción de las posibilidades de rebrote en Asia, unido a la esperanza de que suceda lo mismo al sur de Estados Unidos han incrementado ligeramente el optimismo del mercado al inicio de la semana. Además, la reducción de los conflictos socio políticos en Estados Unidos, y de las tensiones geopolíticas con China favorece dicha pequeña mejoría. Por otro lado, la apertura de la economía europea durante el mes de junio debería reflejarse en un incremento de los PMI´s de servicios y manufactureros de los diferentes países, donde se espera una recuperación hacía niveles próximos al mes de febrero. Ante este escenario de ligera calma, los analistas y bancos de inversión se mantienen cautelosos en sus perspectivas sobre el par, situando el rango de cotización del EUR/USD en el corto plazo entre 1.1100 y 1.1300, y ampliando dicho rango el medio plazo entre 1.1100 y 1.1500, en función del optimismo del mercado.
Por el momento, el par está en niveles de 1.1210 y se enfrenta al siguiente soporte en 1.1180 (soporte a corto plazo) secundado por 1.1150/60 (mínimo de la semana pasada) y finalmente 1.1025 (media de 200 días). Por otro lado, una ruptura por encima de 1.1300, apuntaría a 1.1422 (máximo de junio) en camino a 1.1495 (máximo de 2020).
En Reino Unido, la libra rompió la barrera del 0.9000 la semana pasada, y se sitúa al inicio de esta semana en niveles de 0.9050 tras la decisión del Banco de Inglaterra de ampliar su QE en 100 millones de libras. Los efectos de un posible Brexit sin acuerdo también comienzan a pesar cada vez más en la evolución de la libra. No obstante, se espera que el par también se vea influenciado por las medidas adicionales de política fiscal que pretende implementar el gobierno con la reducción del IVA.
El Yen se sitúa en niveles de 119,70, intentando defender la zona del 119.50 como soporte en el corto plazo. El Franco Suizo por su parte, se vuelve a situar en 1.0650, y su evolución dependerá de que se reduzcan los niveles de incertidumbre.