En el mercado de Renta Variable, en la sesión del viernes pasado las caídas rondaban el 3% en España y eran algo superiores en el resto de índices europeos; sin embargo, al otro lado del atlántico las caídas se moderaron mucho en las últimas horas de negociación, bajando el S&P 500 un 0,8%. Cerramos un febrero con caídas de doble dígito en las principales bolsas mundiales, la peor en rentabilidad en más de una década, si estamos ante una sobrerreacción o no el tiempo lo dirá. Los datos de PMI de Markit publicados en China el sábado pasado (caídas desde niveles de 50 hasta 30 y 35 en servicios y manufacturas) han supuesto las peores cifras desde que se elabora este índice en dicho país desde 2004, por debajo de los niveles alcanzados en la crisis de 2008.
La apertura de esta semana viene al alza, tras un buen cierre asiático, ya anticipado por una recuperación de los índices estadounidenses a última hora del viernes pasado. Se cree que la política monetaria es difícil que tenga efecto en un shock de oferta como el que se produce al fallar las cadenas de suministros, si bien es verdad que más tarde puede generar una destrucción de empleo y desembocar en una recesión más duradera. Por este motivo, es vital llamar a la calma para evitar entrar en una espiral de esa índole y conseguir que el parón económico quede en algo transitorio.