Esta semana viene marcada claramente por el discurso de Draghi, en el que anunciaba las nuevas acciones que llevará a cabo el Banco Central Europeo: recortar la facilidad de depósito hasta el -0,50%, reactivar el QE por 20.000 millones de euros mensuales, modificación en las TLTRO III, así como la “despenalización” en el exceso de reservas. A estas medidas habría que añadir la corrección a la baja de las previsiones de IPC y PIB.
La rebaja de la facilidad marginal de depósito se complementó con el “tiering system” anunciado. Se introduce un sistema de dos niveles con el que parte del exceso de liquidez de la banca quedará exenta de los tipos negativos en la facilidad de depósito. Esta parte se cifra en seis veces las reservas mínimas exigidas.
El BCE ahorrará 2.000 millones al año a la banca con su paliativo a los tipos negativos cuales el sector bancario español podría ahorrarse hasta 400 millones al año.
También ha habido cambios en las subastas de liquidez a más largo plazo TLTRO III. A partir de ahora, el tipo de partida para obtener esta liquidez será del 0%, en lugar del 0,10% anterior, y cada operación tendrá un vencimiento de hasta 3 años. El BCE se había reservado la posibilidad de cambiar estos parámetros según fuese fluctuando el crédito y la inflación.
Ésta ha sido la penúltima reunión de Mario Draghi antes de dar el mando a Lagarde, y donde parece que éste va a animar al gobierno alemán a activar el programa de inversiones de 50.000 millones de euros y, además, dar pie al resto de países a colaborar con la expansión fiscal y así ayudar al BCE en su ardua tarea.