En materia de renta variable y dado por finalizado el año, podríamos llamar al 2019 un año excelente desde la óptica bursátil. Hemos tenido revalorizaciones que sobrepasan el 25% en el caso del selectivo europeo Eurostoxx 50 o del estadounidense S&P 500, aunque quedándose más rezagado el Ibex 35, con una ganancia que supera ligeramente el 13% (sin dividendos) y afectado por la peor evolución de Telefónica y del conjunto del sector bancario en este ejercicio.
Dichas revalorizaciones han superado con holgura al crecimiento de beneficios, implicando así un “encarecimiento” de los mercados, que compensa el “abaratamiento” que tuvo lugar el año anterior, cuando los mercados cayeron con beneficios al alza.
Si hablamos de tipos, podríamos destacar lo ocurrido el pasado mes de diciembre, cuando el Riskbank (Banco Central sueco) subía su tipo de intervención del -0,25% hasta el 0%, dando por finalizado el período de casi cinco años en territorio negativo de tipos.